Baburizza ahora (segunda y última parte)

Sostendremos la hipótesis que la caída del proyecto de la Fundación Carroza se debió a dos motivos. Primero, lo que aparece en la superficie y en las razones oficiales: no hubo acuerdos en el proyecto arquitectónico que incluía el uso constructivo de los jardines del museo. Segundo, lo que está escondido: lucha por el control del edificio e intereses de competidores inescrupulosos. En  cualquier caso, el tiempo evidenciará que la marginación de Carroza fue un error y una imprudencia de la alcaldia anterior, que Jorge Castro y el actual Concejo Municipal debería enmendar hoy mismo.

Si alguien en la Municipalidad duda en la idoneidad técnica o moral del trabajo de la Fundación Carroza, por ejemplo porque piensa seriamente que sustituyeron cuadros o hicieron una restauración de mala calidad, debe decirlo inmediatamente y solicitar un peritaje serio e imparcial del trabajo realizado. Es cierto que el PRDUV pagó diez millones de pesos para un peritaje pero éste más pareció un trabajo ad-hoc para validar el cese unilatral del contrato por parte de la Alcaldía antes que conocer objetiva e imparcialmente lo realizado por Carroza. Despejado el tema de la idoneidad, si alguien todavía duda de ella, tendría que instalarse la mesa tripartita, Alcaldía-Concejo Muncipal-PRDUV-Fundación Carroza a fin de reconversar el proyecto definitivo del lugar; definir la eventual incorporación de la Fundación A. Luksic; y definir el proyecto arquitectónico definitivo y modelo de gestión. Al Municipio le debe corresponder que el Museo esté al servicio de los porteños, sobre todo de sus estudiantes, y no sólo de los visitantes; a Carroza, los aspectos museológicos respecto de los cuales urge una asesoría al Municipio.

Comentarios

El proyecto de remodelación del Palacio Baburriza hecho por la Fundación Luksic eliminaba el jardín de ese edificio generando una terraza de cememento que tanto le gusta a los arquitectos. Para ellos ese jardín no era patrimonial y sacaba un área verde necesaria para el cerro y Valparaíso. La forma de hacerlo sustentable y rentable para la fundación era ampliar las áreas de exposición eliminando el citado jardín y proyectando el museo por debajo del paseo Yugoslavo.

Por cierto, que esas no eran las razones por las cuales se abortó el proyecto. Parece que las razones que más pesaron fue la falta de protagonismo para un alcalde con sueños de grandeza y la necesidad de grandes obras emblemáticas a lo Mitterand o Lagos.

Desgraciadamente no puedo opinar en profundidad sobre un tema al cual el municipio nunca a dado claridad.

Era deber de las autoridades locales, haber informado debidamente a los ciudadanos y, exhibido la/s propuesta/s o proyecto/s.

Así a primera vista,pdría decir que tampoco soy partidaria de "eliminar" el jardín; sin embargo, hubiera sido interesante conocer la propuesta, tal vez era atractiva.

Lo peor que le puede suceder a Valparaíso que la casa más linda de nuestro Puerto, continúe cerrada.

La Municipalidad ha actuado hasta el momento como el perro del hortelano.

Con mi familia vengo a Valparaíso hace 8 años, casi todos los fines de semana. Lo de este Museo ha salido en nuestra conversación en más de una oportunidad. Es una vergüenza que no logren salir de esta situación dignamente. Yo me contacté con los actores del proyecto pasado, en ocasión de una gran convocatoria que organizó la Universidad Ibáñez, y quedamos sorprendidos de lo profesional del trabajo, y de la generosidad de haber donado el devolverle las obras a Valparaíso. Nunca se lee que detrás de todo este proyecto hubo un gran aporte de dinero, un trabajo tan valioso. La familia Carroza se sacó el sombrero por Valparaíso, pero la filantropía en Chile, y las buenas intenciones siempre son mal miradas. Porque somos un país que nos cuesta reconocer el éxito o la buena idea ajena. Esta familia como muchas otras en el pasado son las que han forjado ciudades como esta. Lo mismo del interés de la familia Luksic. Decir que el trabajo fue malo es una ignorancia y no es conocer nada. Yo asistí a las exposiciones que se han hecho y estaban todos tan contentos, que no sé quien opina qué trabajo esta mal hecho, porque sin la fundación CREA esos cuadros no estarían para ser exhibidos, y si no hubiese un libro hechos por los italianos, no se contaría con un catastro de las obras.
Con respecto al proyecto arquitectónico, se ha dicho tanto, que el jardín, que la sala, que los Luksic, que la privatización. El proyecto a mi pareció un museo del siglo XXI para un público exigente.
El actual proyecto no lo conozco, pero sé que es realizado por arquitectos que fueron despedidos anteriormente, cosa que deja una sensación extraña que vuelva a participar un equipo que el municipio desechó en el pasado.
No hay cosa más clara que pensar que mientras esta nueva administración gana y gana plata con asesores, proyectos, y cosas raras. Existe un libro con un flamante proyecto, sólido, atractivo, y con un registro alucinante del trabajo de la colección Baburizza. Otro regalo para la ciudad.
Ojalá que se abra el Museo pero bien. Porque el rumor es que lo abrirán parcialmente, lo cual será una vez más una vergüenza, pensando además que los Luksic tendrían el Museo ya funcionando, y quizás estaríamos discutiendo en la cafetería después de haber visto una gran exposición, si echamos o no, de menos el jardín que nada ya tiene de lo que Pascual Baburizza sembró.
Es el Museo de Bellas Artes de la ciudad!

Leo en El Mercurio de hoy, que se aprovechará el Día del Patrimonio para anunciar nuevo proyecto para reabrir el Palacio-Museo Baburizza.

Estimo humildemente que ésta noticia es una burla.

Nuestras autoridades no debieran abrir la boca hasta que tengan que decir algo interesante y concreto acerca de la casa más linda de Valparaíso.

No es aceptable seguir escuchando de proyectos y más proyectos.

La gente quiere que EL BABURIZZA SE ABRA DE UNA VEZ POR TODAS.

Hace ocho años se cerraron sus puertas, y los incapaces siguen mareando con sus tonteras.

El problema es la calidad de quienes dirigen los destinos de nuestra ciudad.

No sólo son incapaces e ineficientes sino que malintencionados y resentidos.

No merecen la ciudada en que viven. Dan asco.

¡¡TODOS!!

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